miércoles, 9 de enero de 2008

(Te) Odio.


Odiaba tener que pedirte, por favor, te sacaras las medias antes de tirar. Odiaba eso. Odiaba que te gustara tirar con medias y que me dijeras que me amabas después que caía rendido a lado tuyo. Odiaba que me amaras tanto, que tengas (no sé cuantas pero varias) fotos mías en tu cartera. Que fueras tan buena, que me aguantaras tanto. Odiaba que desearas pasar el resto de tu vida conmigo. Odiaba tu risa aguda, el exceso de grasa que descansaba ociosa arriba de tu cintura. Odiaba que tengas que trabajar los sábados y a veces, los domingos. Odiaba hacer las mismas cosas siempre; mi cama- el cine-el chifa-el cine-el chifa-mi cama-el chifa-el cine-mi cama. Odiaba no dormir contigo cuando quería dormir contigo. Odiaba tu cosmonáutica casaca celeste y tus vaqueriles botas negras. Odiaba que siempre tuvieras tanto frío y nunca tanto calor. Odiaba que uses esa esclava en la muñeca y odiaba la inicial de mi nombre en la esclava que usabas en la muñeca. Odiaba que siempre dependieras de mi. Odiaba que me llamaras por teléfono mientras trabajaba. Odiaba que no te gustara el mar y que no supieras nadar. Odiaba que me dijeras diminutivos llenos de edulcorante cariño frente a todos, por teléfono o al oído. Odiaba cuando decías que querías aprender a cocinar. Odiaba que no supieras cocinar. Odiaba que no usaras falda. Odiaba que no hicieras deporte y que tu talento oculto no lo encontraras aún. Odiaba cuando te ponías a llorar frente a mi y el asmático sonido nasal que hacías mientras llorabas. Odiaba cuando llorabas por culpa mía. Odiaba que a tus amigos les dijeras amigo o amiga, y que tuvieras pocos amigos.
Odiaba que me llames cuando estaba chupando con mis amigos. Odiaba pelearme por eso. Odiaba que nunca leyeras y que siempre pidas mis libros. Odiaba que nunca devolvieras mis revistas porque creías tener inmunidad de devolución por estar conmigo. Odiaba tu falta de curiosidad y tu exceso de discreción. Odiaba tus miedos. Y cuando me tenías miedo, simplemente odiaba que lo tuvieras. Odiaba que tu mayor anhelo sea comprarte un carro. Odiaba las letras de tus baladas favoritas y odiaba que las letras de esas baladas salgan de tu boca. Odiaba que siempre esperabas que te dé lo que no me nacía darte. Odiaba pelearme contigo y contigo pelearme odiaba. Odiaba tus incumplidas promesas de dieta. Odiaba tu impuntualidad femenina y tus vestidos de fiesta verdelimón. Odiaba tu falta de fotogenia y tu compulsivo deseo de tomarte fotos con quien se cruce en tu camino. Odiaba los rayitos rubios en tu cabello azabache. Odiaba que te pintes las uñas y en tus dedos, odiaba que te pusieras anillos. Odiaba que aplaudieras mientras reías. Odiaba que me dijeras ya vamos. Odiaba tenerte tanto. Odiaba tener que tenerte tanto. Odio extrañarte tanto.
(Te) extraño.


Exorcismo de alguien que no odia pero tampoco quiere.
Verdad Absoluta de Liniers (Che, ¿podemos ser socios?).

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Ala.

Anónimo dijo...

Como diría melcochita, del odio al amor,
hay no sé que, pero ayyy, no lo lean!!!

Anónimo dijo...

usuuu y eso que fue? una confesión de odio? o de amor??

Anónimo dijo...

está re te bueno.

cuaderno loro dijo...

Eso fue un exorcismo sin sacerdote. A punta de lápiz Mongol # 5 y papel bond.

Anónimo dijo...

si supieras que te odio también

cuaderno loro dijo...

Sí, lo sé. Pero no sé quién eres. Disculpe usted.

Anónimo dijo...

por partes me sentí identificada.... odio?? yo tb te extraño

cuaderno loro dijo...

Ja!

Postfreudeano dijo...

Me gustó el post. Se me vino a la mente una frase de Ribeyro de su cuento Tristes querellas en la vieja quinta. Tal vez se presta para el espíritu del post:

"...y terminó, como era de esperar, regando las macetas de Doña Pancha, cada mañana, religiosamente, mientras entre dientes la seguía insultando, no porque lo había fastidiado durante tantos años, sino porque lo había dejado, en la vida, es decir, puesto que ahora formaba parte de sus sueños".

Anónimo dijo...

No quisiera ser ella, pero tambien quisiera serlo un poquito...
porque al final, todo lo que odiaste, lo odiarias de vuelta, pero preferirias odiar todas esas cosas, a solo odiar extrañar.
Buen Blog. Te leo.

La niña de los zapatitos de charol dijo...

No quisiera ser ella, pero tambien quisiera serlo un poquito...
porque al final, todo lo que odiaste, lo odiarias de vuelta, pero preferirias odiar todas esas cosas, a solo odiar extrañar.
Buen Blog. Te leo.

cuaderno loro dijo...

Cuaderno Loro agradece: Gracias dice Cuaderno Loro.

Anónimo dijo...

también odio extrañarte tanto.

Anónimo dijo...

Asu. Me gustaría al menos odiar, u odiar extrañar, y extrañar odiar, y todas las conjugaciones posibles. Pero cuando no has tenido a quién odiar,

Anónimo dijo...

Asu. Me gustaría al menos odiar, u odiar extrañar, y extrañar odiar, y todas las conjugaciones posibles. Pero cuando sientes que no has tenido a quién odiar, o no has tenido alguien tan perfectamente imperfecto, ya ni hay sentimiento. Te puedo odiar?; Firma: alguien que necesita un alma para luego ser exorcisado, con o sin sacerdote.

Anónimo dijo...

estoy igual... aunque no sé si un paso adelante o dos atrás: el mío era imperfectamente imperfecto. Así tampoco juega.

cuaderno loro dijo...

Me puedes odiar? Claro, para esos estamos, para ayudarnos mutuamente.

Anónimo dijo...

qué bonito escribes. Y se escribe mejor cuando sale desde adentro, del fondo, dicen.

Anónimo dijo...

yo sufro ahora porque se despiden de mi diciendo

espero no odiar extrañarte...
sin mas ni menos.

no se ke pensar
ayuda por favor